Para el Real Madrid la tercera bola que le asomó ayer estropeó su sorteo, tras recibir con buena cara al Shakhtar Donetsk como rival del bombo B. El Inter será el escudo histórico que encontrará en la primera fase de la Champions, torneo donde los blancos han pasado de dominar con implacable éxito (cuatro títulos en cinco años) a caer eliminados en octavos en las dos últimas temporadas, en feas derrotas ante el Ajax y el City. Para afrontar esos cruces con más opciones, el Madrid debería acabar líder de su grupo, algo que le está costando. El Inter, subcampeón de la Europa League, tiene el mando en el banquillo al siempre competitivo de Antonio Conte y en el césped una buena colección de viejos rockeros, como Alexis Sánchez, Eriksen, Arturo Vidal, Perisic (de vuelta tras su cesión al Bayern), Ashley Young o el fornido ariete Lukaku. El morbo lo pondrá en Valdebebas, Achraf Hakimi, el canterano blanco vendido este verano por 40 millones al conjunto transalpino. El Mönchengladbach es el 4º invitado en el Grupo B.
Los alemanes y el Inter traen recuerdos al madridismo de aquellas noches de remontadas europeas en los años 80. Luego al Borussia le adelantó, en el escenario continental, el otro Borussia, el de Dortmund, volviendo a los puestos nobles de la Bundesliga en los últimos tiempos. El Inter también ha circulado en picos de sierra, tratando ahora de recuperar el foco que tuvo hace una década con Mourinho al frente. El capital chino impulsa un proyecto ambicioso que incluso ha llegado a fantasear con fichar a Leo Messi. Los italianos no pisarán el Bernabéu, sino Valdebebas, por las obras del estadio de La Castellana. Ya en su última visita, septiembre de 1998, jugaron en otro lugar, concretamente en Mestalla. Cumplía sanción el Real Madrid por la famosa caída de la portería en las semifinales ante el Dortmund, la temporada anterior. Ganó en Valencia 2-0.