Los dos dieron una Copa de Europa a sus clubes con goles inolvidables. La volea de Glasgow y el zambombazo de Wembley, Zidane y Koeman, dos iconos de Real Madrid y Barcelona que se cruzarán este sábado en los banquillos del Camp Nou. El primero, con mucha gloria a la espalda; el segundo, con todo por escribir vestido de chaqueta. Ambos, a su manera, se juegan bastante en el primer duelo que les enfrenta como entrenadores. De corto, nunca se vieron, pertenecientes a dos generaciones cercanas pero distintas.
El holandés se retiró (1997) cuando el francés estaba a punto de convertirse en el rey del fútbol mundial. Curiosamente, el defensa marcó más goles con el Barça (83 en 254 partidos) que ZZ con el Madrid (49 en 227). La ventaja del rubio central: que tiraba los penaltis. Puede decir también que su único encuentro ante los blancos como técnico (del Valencia) acabó en triunfo en el Bernabéu (2-3, en 2008).
No encuentra el clásico liguero normalidad en el Camp Nou. Por segunda temporada, la cita entrará en los libros ya antes de que el árbitro pite el comienzo del partido. Si el año pasado, la violencia de las protestas independentistas obligó a retrasarlo dos meses, ahora es el maldito virus el que lo sacude al dejarlo por primera vez en la historia sin público en las gradas.
Extraordinaria circunstancia que será una ruina económica para el anfitrión y que está por ver su impacto sobre el juego. No es difícil imaginar que, a priori, la tarde se presenta más cómoda para el Real Madrid ante el silencio del estadio que más le aprieta durante 90 minutos. No hace falta que esté Luis Figo vestido de blanco sobre el césped para que la carga ambiental contra el gran enemigo sea muy potente, azuzada en los últimos años por el condimento político.
Pero lo cierto es que con el Madrid nunca se sabe, capaz en los últimos años de dar buena imagen -casi siempre- en la casa de su máximo rival, mientras que le cuesta un mundo derrotarle en la suya propia. Sí lo hizo el pasado 1 de marzo, con Vinicius abriendo aquella noche prepandémica del Bernabéu. El equipo de Zinedine Zidane desconcierta ahora, minimizado como local en Valdebebas ante dos rivales que no parecían, sobre el papel, el Bayern de Múnich. Esos dos manchones recientes (Cádiz y Shakhtar) marcan su visita esta tarde al Camp Nou, a la espera de ver si sabrá despertar como hizo otras veces, bajo presión y en día de etiqueta, o si seguirá ensanchando el tamaño de su incipiente crisis.