En un nuevo ejercicio de solvencia, se impone (0-2) al Athletic y sigue encaramado en los puestos que dan acceso a la Champions.

Si la calidad de un entrenador la determina su capacidad para extraer el máximo rendimiento a los recursos de los que dispone, sin duda José Bordalás es actualmente el mejor técnico de Primera División. Casi todos los futbolistas de este Getafe eran prácticamente anónimos antes de caer en las manos del técnico alicantino y hoy conforman la plantilla de un equipo instalado en puestos de Champions, cada jornada con más solvencia que la anterior. Una tendencia al alza que este domingo certificaron en San Mamés con un triunfo que nunca esutvo en duda. [Narración y estadísticas].

Con dos oportunos zarpazos, uno de ellos de penalti, le bastó al Getafe para garantizarse los tres puntos y dejar hundido a un Athletic que era un presunto rival directo por los puestos europeos y al que ahora deja a ocho puntos de distancia. Fue un duro golpe para el conjunto de Gaizka Garitano, que encadena ya siete jornadas consecutivas sin ganar. Hasta ahora, su fiabilidad defensiva le había servido para ir rascando puntos, pero ante el Getafe completó un ejercicio de frustración en el partido que su técnico había bautizado como «el más importante de la temporada».

Nada que ver tal declaración con lo que se vio en el terreno de juego. El duelo se jugó siempre a lo que quiso el Getafe, obligando al Athletic a ponerse un traje que le tira de la sisa. Bien es cierto que los rojiblancos pudieron haber buscado fórmulas para no quedar continuamente atrapados en posesiones inanes, pero o no quiso o no supo llevarlas a cabo. La batalla la ganó con suficiencia un grupo de jugadores cincelado por Bordalás a su imagen y semejanza.

A alguno, no obstante, aún le queda alguna sesión de pulimento. Deyverson, recién llegado, todavía no parece saber muy bien de qué va el VAR. Desconoce que fingir un balonazo violento en tu cuerpo no vale para nada si en realidad le has dado con el codo. Porque por supuesto no te cobran la falta, el VAR le dice al árbitro que les han intentado engañar y además, oh casualidad, te puedes llevar una amarilla por una protesta mínima en la siguiente jugada.