La UEFA ha anunciado que los partidos de vuelta de octavos de final que quedaban por resolverse no se disputarán en campo neutral, como se había planteado inicialmente, sino en los estadios donde correspondía.
Así, el encuentro entre el Manchester City y el Real Madrid se jugará en el Etihad Stadium, mientras que el Barcelona-Nápoles se celebrará en el Camp Nou, tal y como habían pedido Quique Setién y Pep Guardiola públicamente.
«Tras la reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la UEFA del jueves, se ha confirmado que estos partidos podrán jugarse a puerta cerrada en Turín, Mánchester, Múnich y Barcelona respectivamente», rezan en el comunicado del órgano federativo.
Las otras dos eliminatorias por decidir son Juventus-Olympique de Lyon, con el partido muy abierto ya que la ida fue 0-1 para los franceses, y el Bayern-Chelsea, mucho más decantado tras el 3-0 que le endosaron los alemanes a los britanicos en Londres.