Adama Traoré, defendido por dos jugadores de Portugal.

El 5% del aforo del José Alvalade no es mucho, unos 2.500 espectadores, pero al menos el ambiente gélido del fútbol pandémico anoche varió un poco. Había runrún, uys y ays, toda una novedad para la mayoría de los jugadores españoles, habituados desde junio a jugar sin público en las gradas. «Estoy muy contento, sí. Hombre, es poco público para un campo tan grande, pero algo es algo. Ojalá vayamos volviendo poco a poco a la normalidad». Luis Enrique seguía como en la previa: muy contento. Bueno, en realidad estaba más contento que en la previa.

Fue fácil adivinarlo porque, después de muchos meses, ofreció la rueda de prensa in situ, en la sala de prensa del estadio. «¡Qué alegría veros a todos aquí!», proclamó, sincero, el jefe de prensa del equipo. «¡Hombre, es verdad, la novedad», soltó el seleccionador. Bien pensado, quizá era demasiado esperar, pese a su felicidad, que mostrase alegría por ver a los periodistas delante. Demostró sorpresa. Alegría ya… El caso es que, más allá de la situación, al técnico asturiano se le vio satisfecho del desempeño de los suyos. Salió a jugar contra la campeona de Europa con un once inicial donde nueve jugadores no superaban la decena de partidos internacionales. «Es verdad, yo también lo he visto y he dicho: ‘uy’, pero sólo tenéis que ver la primera media hora, cómo ha jugado el equipo, cómo ha presionado, cómo ha ido a por el rival… Había mucha personalidad en el campo», dijo.

A Luis Enrique le tocó hablar, cómo no, del futbolista que acapara hoy (casi) todas las miradas en España. El rato de Adama Traoré en el campo dejó huella. «Ya habéis visto lo que es. Puro desborde. Los rivales tendrán que poner a cubrirle dos o tres jugadores, porque se tienen que proteger, y eso nos va a ayudar, creando superioridades. Hoy ha creado tres opciones, puesto buenos centros… Estoy contento por él. Bueno, y por todos», afirmó, porque pese a ese anonimato de muchos de sus chicos, el equipo fue «mejor que Portugal». «Y además hemos demostrado que da igual el rival y el escenario. La idea está por encima de todo. Yla idea es ir a ganar los partidos», cerró, no sin antes reconocer que, si dejas disparar a portería a un jugador como Cristiano, te pueden pasar cosas peores que un larguero.