Gareth Bale, en el banquillo

Gareth Bale volvió a ser suplente, una vez más, en el Granada – Real Madrid, pero eso no le ha restado ni un ápice de sentido del humor.

El galés se sentó en la grada del Nuevo Los Cármenes a ver el recital de sus compañeros ante el conjunto nazarí, y para verlo mejor cogió unos ‘prismáticos’. O al menos eso hizo con sus manos, en una foto muy comentada en las redes sociales cuando empezó a circular.

No es la primera vez que Bale bromea siendo suplente. Al menos se toma con una sonrisa que Zidane cuente con él como un suplente de lujo, ya que Vinícius le ha ganado la partida en el orden de prioridades para el técnico.