El Tribunal de Arbitraje Deportivo revocó este lunes la sanción de dos años sin poder jugar en Europa que la UEFA le había impuesto al Manchester City, por lo que el equipo dirigido por Pep Guardiola podrá jugar la Champions League la temporada que viene. El TAS concluyó que la entidad inglesa no camufló fuertes cantidades económicas como «ingresos de patrocinadores», pero sí falló al cooperar con las autoridades de la UEFA, por lo que le condena a pagar 10 millones de euros en lugar de los 30 que le habían impuesto inicialmente.
El club inglés recibió la sanción el pasado 14 de febrero por haber ido en contra de la normativa de licencias de la UEFA y del Fair Play Financiero. La UEFA consideró que el City había «cometido graves infracciones en las regulaciones de licencias de la UEFA y en las regulaciones relativas al Fair Play Financiero, al exagerar su beneficio de patrocinadores en las informaciones transmitidas a la UEFA entre 2012 y 2016».
«La sancion fue por vulnerar las normas del FPF, se hablaba supuestamente de que el City había inflado los contratos de patrocinio con Etihad, que eran de 85 millones. Lo que desvelaban las filtraciones de Football Leaks era que solo una parte de esa cantidad venía de Etihad y el resto venía del Emirato», explica a 20minutos Toni Roca, experto en derecho del fútbol y fundador del despacho Himnus.