El Leganés, con problemas de gol y tras más de diez meses sin ganar a domicilio, visita a un Villarreal que ha pinchado en casa ante equipos de la zona baja
Tras encadenar sendas derrotas en sus dos salidas consecutivas al Wanda Metropolitano y San Mamés, el Villarreal tratará de retomar la buena senda en un partido que, a priori, parece propicio para ello. El conjunto que dirige Javi Calleja recibe al Leganés, un equipo que está igualado a puntos con el colista y que tiene un serio problema con el gol. El conjunto que ahora dirige Javier Aguirre es el peor anotador de Primera con 19 tantos en 26 jornadas. Y por si no tenía bastantes problemas de cara a puerta, los movimientos que ha habido en su plantilla desde que arrancó el año han dejado su ataque convertido en poco menos que un solar.
El primero en salir fue En-Nesyri, por quien el Sevilla abonó los 20 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión a mediados de enero. Y con el mercado de invierno ya cerrado, la lesión de larga duración de Dembélé hizo que el Barcelona se decantara por Martin Braithwaite para cubrir la baja del delantero francés, abonando también la cláusula del danés, de 18 millones.
En apenas un mes, el Leganés se había quedado de repente sin sus dos referencias ofensivas, autores de diez de los diecinueve goles que ha marcado en liga el equipo madrileño. Y lo peor es que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no le permitió acudir al mercado para buscar un recambio amparándose en el reglamento.
Un recambio que, casualmente, pudo haber sido un jugador del Villarreal. Según informaba este jueves el diario As, el club castellonense había acordado con el Leganés la cesión de Carlos Bacca para lo que resta de temporada con la intención de que el colombiano tuviera los minutos que no le está dando Calleja, pero la postura de la RFEF echó atrás la operación.